Dolcett

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carne de Amor


Ella fue preparada en el dormitorio principal superior de la mansión de su dueño bajo el guidence y cuidado de dos maindens robados más jóvenes de la mano, desnudos a excepción de sus collares y pulseras del tobillo.
La bañaron en el agua ligeramente perfumada, su cuerpo afeitado y enceró liso solamente una hora antes. Fregaron su piel limpia, tutting sobre cada marca o la mota más leve de la suciedad o del punto facial. Debajo de ellos podrían apenas oír los sonidos de las muchas huéspedes que llegaban y siendo saludado por el amo y otro de sus maidens de la mano, ella los chillidos como la grieta de azotes la azotó eran momentos de la vacilación . El amo gozó de “appertisers” para colocar a sus huéspedes adentro para sus banquetes.
Su baño completo a las muchachas atentas la secó y fue preparada mientras que estaba asentada antes del espejo, su pelo justo largo fue cepillada en una melena llena pulida de la belleza brillante. La cepillaron suavemente a un lado mientras que dieron su cara y garganta la polvoreda más ligera del maquillaje y del olor.
“Titties?” uno pidió al otro, que cabeceó y comenzaron a trabajar en los pechos de la mujer, ahuecando y circundando suavemente los pezones, embromando los despiertos , su respiración creciente, su corazón competido con de la atención y el miedo de cuál era venir más adelante.
“Estar parado para arriba.” Un maiden de la mano te mandó. Obediente, ella estaba parada. El mirar en su belleza desnuda en el espejo. Un maiden acarició su vientre abajo a su entrepierna.
“Consigamos con esto los amores húmedos, una concha mojada.” Ella embromó y frotó ligeramente, tirando abrir la concha y sondarla con tus dedos hasta que fluían sus jugos. “Bueno!” Ella acarició enérgicamente a la mujer detrás. “Consigamos esto vestida!” ella se lamió la mano limpia, gozando del gusto de la miel de la concha.
Condujeron a la mujer a la cama donde un vestido azul integral del terciopelo había sido presentado. Los maidens de la mano colocaron un par de zapatos inclinados stilletto azul para que ella camine en, agregando seis pulgadas a su altura. Ella tembló en placer mientras que el terciopelo acarició su carne caliente limpia. Uno de los maidens frotó ligeramente otra vez sus pezones para traerlas a la atención y para hacerlas visibles debajo del terciopelo. Dos prominencias que formaron los puntos focales del vestido.
Los guantes largos del terciopelo fueron agregados al conjunto y a su pelo cepillados detrás detrás de ella los hombros que realzaban la línea de su garganta.
“Aquí.” Un maiden de la mano dio a mujer una flor amarilla pequeña, que ella fijó sobre un pecho, sus dedos temblando con el entusiasmo, complementó perfectamente el vestido y su tez.
“Bueno,” otra haber anunciado virginal, “alistar!” El corazón de la mujer saltó un golpe mientras que ella tragó saliva en aire para estabilizarse. “Ninguno de eso,” haber declarado virginal, “no deseamos el amo decepcionado con su carne.” Ella dio una palmada a la mujer detrás. “Vayamos, el banquete aguarda.”
La condujeron a lo largo del pasillo elegante largo de la sección del harem de la mansión a las escaleras principales en ese lado del edificio cuadrado. Sus pechos despidieron un poco en el vestido apretado un poco, sus pezones fueron mantenidos impacientes a la caricia mientras que ella descendió. Hacia fuera allí de ella condujeron, ella y los maidens que no hacían caso de la frialdad leve en el aire de la tarde, y a través del amplio patio, sus talones altos que golpeaban ligeramente ligeramente en contraste con la palmada, palmada de sus pies pelados. Su despertar y su latido del corazón aumentaban en cada paso, una mezcla del vestido que acariciaba su carne y el anticiption de los acontecimientos para venir. Un maiden se había encendido a continuación alertar el amo, que aparecía sonriente en el umbral lejano mientras que ella llegó.
“Recordar,” el otro maiden la recordó, “ tú justo pedazo de carne, para satisfacer a las huéspedes.” Ella arqueó a su amo. El “sir, tu plato ha estado preparado.” Él sonrió.
“Bueno. esta exquisita" él agitó una mano en el amplio umbral abierto, donde las huéspedes recolectaban ya. La carne caminó adelante en el pasillo del banquete.
El pasillo era lleno de las huéspedes y de los esclavos del amo. Estaban en el desgaste “exótico”, algo en vestido formal, todo usaron máscaras elegantes. Para la mayoría de los casos los esclavos eran desnudos . Las huéspedes formaron una línea doble como la carne caminó en el cuarto, latia su corazon, sabiendo poco lo que le había preparado su amo, al centro del cuarto, en donde los fierros negros pequeños de un hierro estaban parados, con un amplio marco vertial cuadrado del hierro montado en él. Ella caminó sobre los fierros, y dio vuelta lentamente a alrededor un círculo completo entonces al amo de la cara. Cada uno tenía una mirada persistente larga en la carne en la exhibición.
El amo cabeceó su aprobación. Lentamente, temblando con la anticipación, ella saco uno de los guantes del terciopelo apagado y permitió que bajara, donde un maiden rápidamente, discreto recogio. Su sentido de la exposición fue aumentado con esto, más mientras que el segundo guante cayó al piso. Ella ahora no necesitó la atención a sus pezones o sexo, estaba bastante nerviosa para que ella guarde el temblor en la bahía , ella alcanzó detrás y soltó el vestido, una caricia sobre cada hombro liberó las correas y ella permitió que cayera lentamente al piso, caminando hacia fuera mientras que el maiden lo saco de la plataforma.
Ella estaba parada desnuda a excepción de los zapatos. Su carne pálida estaba en contraste perfecto al hierro negro de la plataforma, aumentando el efecto de su exposición y visibilidad tanto más. Ella sostuvo los brazos lejos de su cuerpo y dio vuelta lentamente a un círculo completo, permitiendo que las audiencias la vean por completo, algunos amos arqueados para examinar su concha, una precisando la humedad que habia allí y haciendo muecas a un amigo, entonces hizo frente al amo.
“Sres y señoras. Ésta es tu carne para la tarde. Puedes tener cualquier permiso del amo ,del placer de esta carne. Es suya a utilizar y a abusar. No tienen ningún límite . Las audiencias animaron y aplaudieron, algunos hombres que hacían movimientos a los fierros, pero pararon por el amo. Él caminó encendido a la plataforma, señalando a un maiden que trajo una bandeja de los instrumentos de los cuales él hizo una selección.
Estando parado detrás de la carne, él refrenó sus muñecas en un sistema del estrecho, puntos negros agudos del hierro. Él tomó dos cadenas finas largas del hierro y las enganchó después de par en par, aparte a la tapa del bastidor, un estrecho, barra fuerte del metal sobre la cabeza de la carne.
Estan abajo apenas al nivel de los pechos de la carne, aunque tomó poco aviso mientras que esperó para ser utilizado.
Una sacudida del dolor la pulsó como el gancho de púas de una cadena perforó su pecho, ella jadeó, entonces afianzado con abrazadera su boca cerrada. Ella manejó mantener su boca cerrada como alcance principal.Por de detrás otra vez , perforó el otro pecho con la segunda cadena. Ahora la refrenaron y colgó como carne del marco. Una señal a un maiden la trajo a los pies de la carne, donde los zapatos fueron quitados, la habían sostenido para arriba. Ahora la carne fue colgada de verdad encima desnuda para que el banquete comience.
La carne fue ablandada por las violaciones repetidas en la concha y arse, azotada y azotada sin piedad para las horas cuando los banqueteros cenaron, los esclavos y los socios intercambiaron en las tablas alrededor del cuarto. La carne era la pieza central y cada varón llevó vueltas la tira y toma su gusto de él, algún uniforme savouring de la sangre que vertía de los pechos rasgados, lamiéndolos , tirando de la carne para hacer aún más sangre fluir.
Después de que los amos tuvieran su pedazo de la carne, los esclavos fueron enviados para continuar la cogida . A partir de tiempo-a-tiempo un esclavo femenino entretendría a muchedumbre lamiendo los agujeros de la carne limpios y trayéndolos al orgasmo. Cada uno gozado el mirar de él, crispar y gritar en los extremos de los ganchos.
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El banquete duró todo el fin de semana

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